A menudo pienso en cómo la vida te puede cambiar de un día para otro. A mí, me pasó. Fue en 2013 cuando un sorteo ... sí, un sorteo, me reconectó con el deporte, la aventura y la competición. Me tocó un dorsal para participar en la Titan Desert y, después de la experiencia, el deporte volvió al primer plano de mi vida. Me gusta competir, pero, sobre todo, me gusta la aventura, el esfuerzo, el viaje, las nuevas amistades ... Durante los últimos siete años, he disfrutado como nunca del ciclismo y el esquí de montaña, convirtiéndome en deportista profesional. Nunca imaginé que podría llegar a ser campeona del mundo, a ganar medallas en europeos o llevarme campeonatos nacionales en dos disciplinas tan diferentes.
Me encanta la montaña y me apasiona el deporte y, ahora, disfruto día a día: rodando cerca de casa, pedaleando por senderos o descubriendo nuevos puertos, algunos días en mountain bike, otros sobre una gravel e, incluso, también, con una bicicleta de carretera. De hecho, aunque mi terreno de juego suele ser la montaña, rodar sobre asfalto también me gusta: me hace descubrir sensaciones nuevas y hay cuatro puertos de los Pirineos de Cataluña que me tienen fascinada.