El paisaje es de alta montaña, con un impresionante relieve y una gran riqueza de fauna y vegetación: bosques de abetos y de pino negro, prados alpinos y tarteras (canchales), cumbres que sobrepasan los 3.000 metros de altitud, y animales como el rebeco, el urogallo, la marmota o el quebrantahuesos. El agua, con casi 200 lagos, estanques e innumerables riachuelos, es la protagonista, y convierte los paisajes en la representación más genuina de la alta montaña.

Los amantes del senderismo pueden ascender a varias montañas que bordean los 3.000 metros, como el Montardo, el Peguera, los Besiberris y el Comaloformo. Además de los itinerarios más agrestes, el parque dispone también de espacios adaptados para hacerlos accesibles a un público con movilidad reducida o con una discapacidad física. El parque ofrece también la posibilidad de seguir itinerarios con los guías interpretadores, que os explicarán los secretos más escondidos de la naturaleza de este espacio natural protegido del Pirineo.